5 consejos para elegir la trona de tu bebé
A partir de los seis meses, nuestros bebés ya comienzan a mantenerse sentados por sí solos, sin ayuda. Eso indica que ha llegado el momento de comprar una trona para ellos. Sabemos que la variedad de tronas es inmensa: regulables, con patas, evolutivas, para enganchar en la mesa… Quizá te parece un lío, pero en general hay una serie de requisitos que todas ellas deben cumplir para garantizar la seguridad de tu peque.
Hoy queremos darte una serie de consejos para que no tengas ninguna duda a la hora de elegir la trona para tu bebé:
1. Materiales
Deben ser sólidos, sin ningún componente tóxico. Normalmente, lo cumplen todas las marcas conocidas. Pero ten cuidado, ya que puedes encontrar menor seguridad en aquellas no tan conocidas. Por ello, te recomendamos que te asegures bien antes de adquirirla.
2. Seguridad
Por lo general, casi todas las sillas tienen sistemas de seguridad incorporados para evitar que se cierre accidentalmente. Tiene que ser fácil de abrir y cerrar para un adulto, pero imposible para un niño. Asimismo, los cinturones de seguridad son imprescindibles, al igual que los separadores de piernas, ya que los bebés o niños pequeños se mueven muchísimo. A esa edad todavía no controlan su cuerpo, así que es importantísimo asegurarse de que esté bien fijo y de que no pueda caerse. Eso sí, todo esto no quiere decir que tenga que estar rígido como un bloque de hormigón. También es importante que, al mismo tiempo, tenga libertad de movimientos, pero sin peligro de caída. Por tanto, también es relevante la estabilidad.
3. Estabilidad
Puedes comprobar la estabilidad de la trona tú misma. Apóyate con fuerza en uno de tus brazos y podrás evaluar cuánto se mueve. También puedes inclinarla unos centímetros hacia atrás y luego soltarla para ver si esta vuelve a su sitio. Si se tambalea o se cae, está claro que esa no es la adecuada.
4. Ensamblaje
Los ensamblajes deben estar muy bien cuidados. No pueden tener partes agudas en las que el pequeño pueda hacerse daño. Por otro lado, también hay que controlar los tornillos; que ninguno sobresalga o esté a medio colocar. Las piezas de pequeño tamaño son peligrosas, puesto que los niños podrían ingerirlas.
5. Espacio y peso
La trona para tu bebé tiene que ser lo más ligera posible, para que puedas manejarla sin ningún problema. Ahora bien, tampoco elijas una que lo sea demasiado. Que haya un equilibrio.
¿Qué te parece nuestra propuesta? Si tú ya tienes experiencia en este tema, estaríamos encantados de leer más consejos y compartirlos entre todas 😉
Vía fotos: Stokke