Geocaching: una aventura para disfrutar con niños en la naturaleza o en la ciudad
¿Qué pensarías si te contamos que en tu propia ciudad, tal vez en tu misma calle, hay un tesoro escondido esperando a ser descubierto? Quizás se encuentre oculto en el hueco de un árbol o sujeto bajo el asiento de un banco. Un smartphone y ganas de aventura es todo lo que se necesita para practicar geocaching, la búsqueda de tesoros 2.0 a la que cada vez más pequeños y mayores se aficionan por todo el mundo.
La idea básica es que cualquiera puede esconder un tesoro (caché) y compartir las coordenadas del escondite en Internet, permitiendo que el resto de la comunidad se lance a buscarlo. Los peques de la casa, nativos digitales, se sienten atraídos hacia este juego que implica tecnología y pasar tiempo al aire libre. Además, les ayuda a desarrollar el sentido de la orientación, el trabajo en equipo y una nueva percepción del mundo en su búsqueda contínua del mejor escondite. El geocaching despierta su interés por la naturaleza, así que es la excusa ideal para salir al campo y disfrutar del tiempo en familia.
Los tesoros generalmente consisten en una caja hermética con una libreta donde firmar (así queda demostrado que hemos encontrado el caché) y, dependiendo de su tamaño, pequeños objetos y juguetes que se pueden intercambiar. La norma es que, si te llevas algo, debes dejar otra cosa de valor similar. Una vez descubierto, el tesoro vuelve a esconderse donde estaba para que lo puedan seguir encontrando quienes vengan detrás.
Foto: Bob n Renee
Cuando encuentran uno de estos tesoros, los niños reciben la gratificación instantánea que supone la experiencia de la propia búsqueda y la satisfacción de haberlo encontrado. Pero además de educativo, el geocaching es tremendamente divertido para todas las edades. ¡Sorprende a tus hijos con una búsqueda del tesoro al más puro estilo pirata! Para empezar sólo tienes que crear una cuenta de usuario en la página de Geocaching y bajarte la app a tu móvil para descubrir qué tesoros se esconden cerca de vuestra casa. ¡A la aventura!
