Robótica para niños

En un mundo cada vez más tecnológico, las opciones de aprendizaje que tienen los niños se multiplican. Una de las ramas que más acogida está teniendo en los últimos años es la robótica. La idea de crear sus propios robots y juguetes autónomos es fascinante para muchos pequeños. El mercado ofrece para ellos kits de robótica, minivehículos solares, cursos de arduino, construcción de drones… Las opciones son ilimitadas. Aunque tal vez eso de “robótica” nos suene lejano y complicado, lo cierto es que tus hijos de 8 e incluso 7 ó 6 años son capaces de construir e, incluso, empezar a programar su propio robot.

El proceso de creación de un robot tiene dos partes: el diseño externo de la máquina y aprender a programar lo suficiente para que cumpla la función para la que ha sido creado. Este tipo de proyectos potencia la creatividad de los niños, y cada uno puede encontrar una solución distinta al mismo problema. La robótica les enseña a pensar de manera lógica, creando relaciones entre los sensores y motores de su robot, lo cual les ayuda a desarrollar un pensamiento inductivo y deductivo.

Empresas como la española BQ, además de crear kits de robótica, desarrollan plataformas muy sencillas en las que programar realmente se convierte en un juego de niños. Conforme aprenden los principios básicos de programación, los propios pequeños se van poniendo metas más ambiciosas. Son capaces de diseñar desde un robot que les avise con una sirena cuando un “intruso” entre en su habitación, hasta un despertador que haga sonar la alarma cuando entre el primer rayo de sol por la ventana. ¡Las posibilidades son infinitas!

RobóticaFotografía de Maciej Wojnicki

La robótica es enormemente divertida para niños y adultos, y además es una fuente permanente de retos y conocimiento. ¡La ciencia os está esperando!

 

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